Los ovolactovegetarianos no comen carnes pero consumen huevo, leche y derivados. Los veganos sólo aceptan lo que proviene del reino vegetal. Un informe de la Sociedad Argentina de Nutrición detalló los riesgos de estas dietas
En medicina muchas veces los estudios científicos resultan contraculturales y ponen en jaque las tendencias socioculturales en boga. En los últimos años, en la Argentina y el mundo creció la popularidad de las dietas vegetarianas, fundamentada en consideraciones éticas, cuestiones medioambientales, factores religiosos e incluso problemas de salud.
La Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) fijó posición sobre esta tendencia alimenticia. Al respecto, César Casávola presidente de la SAN explica: "Consideramos que el vegetarianismo es un tipo de alimentación que cada vez cobra más adeptos y que la SAN, como entidad rectora de la nutrición en nuestro país no puede estar ajena al respecto".
No existen datos oficiales acerca de cuántos vegetarianos y/o veganos existen en la Argentina. Sin embargo, Raúl Sandro Murray, vicepresidente de la SAN y coordinador del grupo "Alimentos" -autor del trabajo- refuerza: "En nuestro país representan aproximadamente entre el 1% y 2% de la población. El aumento de seguidores de este tipo de alimentación se da en proporciones geométricas y cada vez se encuentran más pacientes que consultan sobre cómo ser vegetarianos".
A nivel mundial las estadísticas también son escasas. Los resultados de los últimos sondeos han informado una prevalencia en la población de entre el 1% y el 10% en la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá.
Para la SAN, los ovolactovegetarianos no constituyen una población de riesgo por los derivados de animales que agregan a su dieta. Con éstos suplen la carencia proteica que una alimentación basada exclusivamente en vegetales les pudiera ocasionar.
La entidad en boca de Murray advierte: "Hay que puntualizar un cuidado especial en los veganos, dado que existen nutrientes cuya carencia es potencialmente preocupante en este tipo de alimentación. Entre ellos, la vitamina B12, los ácidos grasos omega 3, hierro, calcio, vitamina D, zinc y, en menor medida, las proteínas y el iodo".
Contexto del vegetarianismo
La alimentación vegetariana no es un invento romántico de reminiscencias hippies o contestatarias. Cuenta con el respaldo de numerosas sociedades científicas como la ADA (American Dietetic Association), que ya en 2009 publicó un documento de posición en el que establece que las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades.
Aquel informe de la ADA fue contundente: las dietas vegetarianas bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluido el embarazo, la lactancia, la infancia, la niñez y la adolescencia, así como también para los atletas".
Algunos expertos prefieren considerar vegetarianos a los que no incluyen en su alimentación ningún alimento de origen animal (veganos o vegetarianos estrictos), otros autores también incluyen a los ovolactovegetarianos.
Existe numerosa evidencia epidemiológica que demuestra que el patrón de alimentación vegetariana está asociada con un perfil más favorable de factores de riesgo metabólicos (lípidos plasmáticos, inflamación, e insulino resistencia), y menor prevalencia de hipertensión arterial, diabetes tipo 2, sobrepeso y un menor riesgo de muerte por enfermedad isquémica cardíaca y que tienden a tener un menor riesgo de sufrir cáncer en relación a la población general.
Lo que no está claro es si los beneficios para la salud de la alimentación vegetariana son atribuibles a la ausencia de carne en la dieta, al aumento del consumo de un alimento en particular, al patrón de alimentos que se consumen en la dieta vegetariana o a otros componentes del estilo de vida saludable a menudo asociado con el vegetarianismo.
Debe tenerse en cuenta que muchas personas que se dicen vegetarianos o adoptan esta alimentación presentan en realidad trastornos preexistentes de la conducta alimentaria, por lo cual los profesionales de la salud deben estar atentos ante esta posibilidad.
También es importante considerar que las dietas vegetarianas restrictivas, monótonas y mal planificadas son insuficientes en términos de provisión de nutrientes e incluso pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo. Por esta razón, el asesoramiento profesional apropiado es importante para asegurar una alimentación vegetariana nutritiva y adecuada especialmente para los grupos vulnerables.
Problemas en el consultorio
Ya se evidencian en las consultas clínicas problemas graves relacionados con estas formas de alimentación. Murray añade: "El primer signo que se observa en aquellos pacientes que realizan un control periódico es la anemia megaloblástica por falta de vitamina B12, lo cual puede tener un tratamiento sintomático y retornar a valores normales, pero, en quienes no se controlan, la falta de esta vitamina conduce a alteraciones neurológicas que son luego muy difíciles de resolver".
Por eso, en el caso específico de la vitamina B12, la SAN asegura que "es imprescindible la incorporación de alimentos fortificados y/o suplementos dietarios, ya que prácticamente no existen fuentes confiables dentro del reino vegetal, y su déficit puede producir anemia y alteraciones neurológicas".
Vegetarianismo saludable
La entidad científica argentina hace hincapié sobre los riesgos en las veganas embarazadas o en aquellas que están planificando un embarazo, debido a las consecuencias que puede traer en relación con la salud del feto y del recién nacido.
Según la SAN, una correcta alimentación vegetariana puede satisfacer adecuadamente las recomendaciones actuales de todos los nutrientes, el uso de alimentos fortificados así como los suplementos dietarios, podrían proporcionar un escudo eficaz contra sus eventuales carencias, recomienda.
Por otra parte, los expertos señalan que "es cierto que quienes adoptan una alimentación vegetariana han demostrado tener menos riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, dislipidemias e incluso cáncer; existen otros patrones alimentarios que incluyen pequeñas cantidades de pescado o carnes rojas magras que también parecen ofrecer una protección significativa contra esas mismas patologías, razón por la cual es necesaria la realización de una mayor cantidad de trabajos científicos para sostenerlo".
La SAN considera de suma importancia que si un individuo es vegetariano o decide adoptar éste tipo de alimentación, debe ser provisto de educación y orientación por parte de un profesional de la nutrición para convertirse en un vegetariano saludable.
Fuente: InfoBAE
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