Según datos de Packaged Facts, las empresas de procesamiento y envasado de alimentos se ven cada vez más afectadas por el deseo de los consumidores de evitar el gluten, los productos lácteos, la soja y otros ingredientes.
Evitar ciertos alimentos o ingredientes no es nada nuevo, pero este tema va en aumento, con decenas de millones de personas que rechazan uno u otro producto. En 2013, el 52% de los consumidores estadounidenses informó que vigila su dieta y elige productos “libres de”, es decir, sin grasa, azúcar, gluten u otros ingredientes. En 2004, esa cifra alcanzaba sólo el 28%.
Howard Waxman, autor del informe “Formulación de tendencias de alimentos: ingredientes que los consumidores deben evitar”, señaló cómo las conductas de los consumidores por evitar ciertos alimentos están aumentando y cómo estos hábitos están impactando en las industrias de alimentos procesados y de envasado.
Dentro de los ingredientes más notables que evitan los consumidores estadounidenses el gluten encabeza la lista, mientras que el trigo, en general, se ha convertido en un alimento a evitar.
Otra tendencia que parece estar creciendo en Estados Unidos y que ya está bien establecida en Europa, es evitar los alimentos genéticamente modificados (OGM), los edulcorantes y colorantes artificiales.
Los ingredientes genéticamente modificados, sobre todo los derivados del maíz, son comunes en los alimentos procesados que se encuentran en los supermercados y almacenes. Actualmente una de las mayores controversias es si los alimentos elaborados con ingredientes transgénicos pueden ser etiquetados como naturales.
La preocupación los ingredientes artificiales de todo tipo, han aumentado las ventas de los alimentos “naturales” especialmente de los alimentos orgánicos, único segmento que es confiable para quienes buscan genuinamente alimentos “libres de”.
La inquietud sobre los efectos negativos para la salud a largo plazo de ingredientes artificiales ha preocupado durante mucho tiempo a los entusiastas por alimentos naturales y orgánicos, especialmente a aquellas personas con niños pequeños, ya que se teme sean más vulnerables al potencial daño de los tintes químicos tan comunes en los alimentos procesados.
Para aquellos que han estado reemplazando el azúcar con edulcorantes artificiales, hay un creciente movimiento de volver a los edulcorantes naturales, libres de calorías, derivados de plantas como la stevia.
En la actualidad, no parece que existan dudas de no volver a alimentos o ingredientes que tradicionalmente se están evitando. Sin embargo, se han realizado estudios que indican que se ha exagerado la negatividad hacia las grasas saturadas y podemos ver un repunte en su uso y consumo.
Además, la industria de los edulcorantes, específicamente los fabricantes de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (HFCS), están siendo proactivos para tratar de frenar el rechazo de la fructosa considerada como ingrediente artificial y, por lo tanto, rechazado por los consumidores, optando por edulcorantes naturales.
Fuente: Food Production Daily
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