Con España como principal importador, la Argentina exportó en los primeros dos meses del año un 37,8% más que en el 2011.
En medio de la crisis entre el gobierno nacional y algunas provincias petroleras con Repsol, las exportaciones de biodiésel de nuestro país tienen como principal destino España. Mientras que en el 2011 este país recibió el 53% de las ventas externas medidas en dólares, en el primer bimestre del 2012 la participación ascendió al 59,5%, lo cual equivale a 217,17 millones de dólares.
Los envíos del combustible al exterior ascendieron en el 2011 a unos 1,68 millones de toneladas, lo cual representa un incremento del 22,7% respecto del total vendido durante el 2010. En valores, las ventas externas alcanzaron los 2.065 millones de dólares en el 2011, cantidad un 68,6% superior a la del año anterior, debido tanto a mayores volúmenes como a mejores precios obtenidos. Los números para el primer bimestre arrojan un aumento del 37,8% en dólares y un 39,1% en cantidades exportadas sobre el mismo período del 2011.
La producción también alcanzó un nuevo récord en los primeros dos meses del año, con una producción de 528.000 toneladas registró un incremento del 80,4% respecto del mismo período del 2011, según un análisis efectuado por Investigaciones Económicas Sectoriales (IES). Tal es la vertiginosa expansión del
sector que en sólo cuatro años pasó de producir 712.000 toneladas a 2,42 millones.
Según las cifras publicadas en el mencionado informe, las ventas locales se expandieron desde 23,4 miles de toneladas en el 2008 a 734,7 miles de toneladas en el 2011. Por lo tanto, el año pasado se destinó al mercado interno el 30,3% del total producido, cuando en el 2008 ese porcentaje no superó el 4%. En el acumulado de enero y febrero del 2012, el 44,7% del biodiésel producido fue destinado al consumo local.
Todas las estadísticas, ya sea sobre producción, consumo interno y exportación, indican claramente que en el comienzo del año el sector confirma y acentúa su crecimiento dinámico y exponencial que viene evidenciando desde el 2007.
Los consultores de IES señalaron que el auge del sector es estratégico para el país, ya que puede paliar el déficit energético que atraviesa la Argentina, que fue de 3.026 millones de dólares en el 2011. Adicionalmente, el desarrollo de biocombustibles (biodiésel y bioetanol) ayudaría a reducir las importaciones de otros combustibles fósiles, lo que permitiría un ahorro de divisas.
El continuo aumento de la demanda local y externa de biocombustibles genera buenas expectativas de cara al futuro de esta industria. En el caso particular de nuestro país, durante el 2011 la Cámara Argentina de Biocombustibles realizó una serie de ensayos científicos con el fin de comprobar la viabilidad de aumentar el corte de biodiésel al 10% en motores diésel, desde un actual 7%. El incremento del porcentaje del corte implicaría automáticamente un incremento en el consumo interno.
Desde el punto de vista fiscal, la industria de biodiésel también se ve favorecida dado que paga el 20% en concepto de retenciones a las exportaciones, mientras que su materia prima (el aceite de soja) paga el 32% y el poroto de soja el 35%. También existen beneficios fiscales tales como la devolución anticipada de IVA en bienes de capital y la amortización acelerada, que se derivan de la ley nacional Nº 26.093 que establece el marco legal de la actividad.
En lo que respecta a la composición de las exportaciones por país de destino, el reporte de IES destaca el importante cambio que se produjo a partir del 2006, cuando la Unión Europea se transformó en el principal mercado externo. Dentro de la comunidad, los Países Bajos y España registran los mayores crecimientos en el primer bimestre del año con variaciones de 102,9% y 84,6% respectivamente. Dado el peso que tiene el mercado español en el total de las ventas argentinas, sumado a la profunda crisis que enfrenta este sector en dicho país, el gobierno debería analizar medidas ante eventuales restricciones que se puedan imponer al biodiésel argentino.
Fuente: Diario Rio Negro
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