“Los eurodiputados de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo han respaldado el acuerdo alcanzado con el Comité de Representantes Permanentes del Consejo de la UE, por el cual se eximirá a los productores de miel de la obligación de incluir el polen y su respectiva descripción como un ingrediente en el etiquetado de la miel”, explicó la Ing. Carla Campos Bilbao, Secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar.
La funcionaria subrayó que “la modificación de la directiva clarifica que el polen es un componente natural de la miel, y así se evita el etiquetado, debido a que no es posible que se sobrepase del umbral del 0,9 por ciento de contenido de OGM”.
La nueva reglamentación abre las esperanzas de los productores nacionales para reactivar la comercialización de miel hacia las naciones europeas, los principales importadores de miel en el mundo.
El Parlamento europeo determinó desestimar el polen como un agregado de la miel y pasará a considerarlo un componente de la misma, con lo que los exportadores podrán evitar el etiquetado de los barriles con la
advertencia de contenido con Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
Las normas de la UE establecen que los productos que contengan como máximo el 0,9 por ciento de ingredientes genéticamente modificados deben advertirlo en sus envases. En rigor, esta disposición actuaba como una barrera comercial para la miel argentina, ya que en el mercado se desestimaba la importación de esos productos o se aceptaba escasamente y a valores irrisorios.
La reglamentación había significado un duro golpe para la apicultura argentina, ya que el 86 por ciento de la producción nacional se concentra en la región centro, zona donde se concentran los cultivos cerealeros que contienen los OGM.
Los cambios en la Directiva de la Miel evitan una enorme carga económica para las Pymes y apicultores familiares no sólo de Argentina y Latinoamérica, sino también de la propia Unión Europea. También reafirma las condiciones para asegurar un adecuado desarrollo de la producción de miel, respetando los estándares del Codex Alimentarius en referencia a la definición de la miel, y garantizando los flujos tradicionales de comercio.
El cambio de dirección del Parlamento Europeo respecto de este aspecto se logró luego de distintas gestiones llevadas a cabo tanto por el Estado Argentino como sus pares de la región que son productores de miel.
Nuestro país participó de una estrategia conjunta con terceros países, con acciones como la remisión al Parlamento Europeo de notas conjuntas firmadas por los gobiernos de Argentina, México y Uruguay, en noviembre del año pasado y luego en enero de 2014.
También se avanzó en gestiones con los principales líderes de la Alianza de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo a los efectos de asegurar la mayoría necesaria para la aprobación de la modificación de la Directiva de miel.
En tal sentido se logró el apoyo por parte de los europarlamentarios españoles, proclives en primera instancia a abstenerse en la votación, a favor del texto consensuado.
La modificación de la Directiva de la Miel 2010/2011 se aprobó en el marco de una cerrada votación, que se definió por 28 opiniones afirmativas contra 25 en contra y dos abstenciones.
Ahora, la letra de la normativa modificada tendrá plena vigencia cuando, en el marco de la sesión plenaria del Parlamento Europeo –del 14 al 17 de abril- se realizará la votación para la aprobación definitiva de la directiva.
Fuente: Misiones On Line
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