Es el tercer grupo del país vecino en la industria de carne vacuna. Tomaría el control de Quickfood de San Jorge, hoy de BRF, que tiene una faena de unas 600 cabezas diarias.
Un rumor está corriendo fuerte en el sector frigorífico: Minerva Foods, el tercer grupo frigorífico vacuno de Brasil, estaría por desembarcar en la Argentina. Lo haría tomando a cargo Quickfood, la única planta de faena bovina que tiene en el país su compatriota y accionista BRF, ubicada en la localidad santafesina de San Jorge.
El establecimiento fue inaugurado a principio de los 90 y cuenta con una capacidad de faena de unas 600 cabezas diarias. De concretarse la operación, se trataría del cuarto frigorífico brasileño con presencia en el país.
BRF es la sigla de Brasil Foods, una de las diez mayores alimentarias del mundo, fusión de las dos gigantes brasileñas Sadia y Perdigao, más enfocadas en pollos, pavos y cerdos, y marcas de alimentos elaboradoss. Si bien Sadia había tenido en los 90 oficinas y un centro de distribución en el país, se fue tras las crisis de 2002.
Antecedentes.
A fin de ese año, BRF también entró al negocio de carne vacuna argentina, debido a que la autoridad antimonopolio brasileña (Cade) la obligó a desprenderse de activos para autorizar la operación. Varios le cedió a su compatriota Marfrig, por entonces el segundo frigorífico de Brasil a cambio de que le traspasara otros negocios, entre ellos, todo el de marcas y elaborados de Quickfood en la Argentina. Esto incluyó la planta de San Jorge, que además de faena y desposte tiene elaboración de hamburguesas y subproductos, y está habilitada para exportar a todos los mercados a los que accede Argentina.
Entre esas marcas estaban Quickfood —que rankea muy bien en cortes de exportación en el mercado europeo— hamburguesas Paty y fiambres Barny.
Quickfood, de la familia Bameule, fue la principal adquisición de Marfrig, que tras el intercambio con BRF, retuvo las otras plantas que había comprado en el país: Villa Mercedes (San Luis), Estancias del Sur (Córdoba), AB&P (Santa Fe) y Vivoratá (Buenos Aires).
Una versión muy lógica.
Si bien la versión no fue confirmada por fuentes oficiales, tampoco fue desmentida por allegados a la filial local, y a nadie en la reducida industria frigorífica argentina le hace ruido. Por un lado, la faena bovina no es un negocio en que BRF se especialice, y en la Argentina lo “heredó” de Marfrig. Por otro lado, BRF y Minerva cerraron en noviembre del año pasado un acuerdo por el que esta última se hizo cargo de la operatoria de hacienda bovina de BRF en Brasil. Hasta ahora, Minerva tiene una capacidad de faena de 11.480 cabezas diarias, lo que supera los 3 millones al año.
Por otro lado, en el sector dicen que BRF venía ofreciendo la planta de San Jorge a algunos frigoríficos locales, entre ellos al vecino Friar (Vicentín), que no aceptó porque ya está sobredimensionado con las dos plantas de Reconquista y Nelson.
En cuanto a Minerva, para los industriales frigoríficos es lógico que quiera tener un pie en Argentina. La empresa ya se había expandido a Paraguay (compró Friasa y Frigomerc) y a Uruguay con el frigorífico Pul. La opinión del sector es que para Minerva tiene que tener mucho sentido estar en la Argentina, el país que todavía produce la carne mejor conceptuada en los mercados más pagadores, y prepararse in situ para un repunte del sector a partir de 2015, cuando todos esperan que las condiciones del negocio cambien rotundamente, con la renovación política.
Fuente: La Capital
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