Son 39 brotes de diarrea infecciosa y síndrome urémico hemolítico, entre 2011 y 2015; cinco de ellos se desarrollaron en jardines maternales y el resto, en familias y en comunidades
"Nunca supe si el caso de Luz se registró. Quiero pensar que el caso de mi hija, que tenía 4 años, está contado. Me preocupa", dice Chabi Medina, con dolor que le quiebra la voz. Su preocupación tiene un motivo: entre 2011 y 2015, en el país se ocultaron 39 brotes de diarreas infecciosas y síndrome urémico hemolítico (SUH), por el que murió Luz. Aún hoy existen dudas sobre las estadísticias oficiales.
De los 113 afectados por cepas que producen la toxina que desencadena la enfermedad 31 desarrollaron SUH. La transmisión por el contacto con personas portadoras de la bacteria fue la principal vía de contagio de los cuatro brotes comunitarios, los 30 brotes familiares y los cinco brotes institucionales del período 2011-2015 y sin registro oficial público recién hasta hace un mes.
Inadvertidos hasta para los especialistas, los datos se colaron el 11 de octubre pasado en el Boletín Integrado de Vigilancia N° 329 del Ministerio de Salud de la Nación. Fue cinco meses después de