En Entre Ríos hay una importante variedad según la floración. Es un producto repleto de atributos y promueven su consumo interno
En la historia de la gastronomía saludable, la miel es señalada como uno de los alimentos más beneficiosos. Incluso en la Biblia se la cita a menudo, como por ejemplo en el Proverbio 24:13: "Come miel, hijo mío, porque es buena; sí, la miel del panal es dulce a tu paladar", dicen las Sagradas Escrituras.
Debido a su dulzura, además de formar parte de las propuestas culinarias, está presente en cuantiosas metáforas de amor y poesías alegóricas.
Se le atribuyen propiedades nutritivas y terapéuticas. Sin embargo, a pesar de sus cualidades, su consumo en el país es reducido: algunas estadísticas indican que en promedio, los argentinos ingieren anualmente 180 gramos por persona, otras afirman que solo son 60. "Consumimos solamente el 10% de lo que se produce. Lo demás se exporta", aseguró Gustavo López, quien es apicultor desde hace más de 40 años y actualmente es el presidente de la cooperativa Mieles de Maciá, situada en la ciudad del centro entrerriano, señalada como la Capital Nacional de la Apicultura y donde de manera anual se lleva adelante la fiesta alusiva que convoca a multitudes.