sábado, 2 de marzo de 2013

En Australia, Suiza y México también se puede catar mate

Saber preparar un buen mate no es tan simple como parece; incluso, su degustación puede ser tan sofisticada como la cata de un buen vino. Por eso, para prepararlo y aprender sobre su sabor cada vez son más frecuentes las catas de yerba mate, quizás la más típica de las bebidas argentinas.
“Lo defino como un taller, no una mera degustación, porque se logra conocer de qué se trata la yerba, qué es, de dónde viene y cómo es la manera de degustarla, con ciertos secretos que eso implica”, cuenta Josefina Armendares, ingeniera agrónoma y especialista en yerba mate.
“Recibí invitaciones de hacer una cata en Mendoza, y este verano se realizaron en distintos balnearios de la costa. Es muy interesante que se interesen en hacer una degustación, porque el consumidor aprende a conocer más una infusión que es parte de la vida cotidiana”, explica la también asesora de la marca CBSé.
Otra catadora, Karla Johan, formada como sommelier, se volcó a la degustación de la yerba y realiza catas en distintos países. 
“Hago cata desde 2005 y hay mucho interés del público por el mate. Siempre recomiendo disfrutar de la infusión sin azúcar, ya que hay mucho esfuerzo por hacer un producto de calidad, y en todo caso se puede
agregar azúcar en el termo, para que no altere la yerba”, dice.
En cuanto a las claves para lograr un mate exitoso, hay dos relevantes: el agua no debe estar hirviendo porque resultará un sabor ácido, y el mate debe estar bien curado.
“Recomiendo usar un mate de vidrio o cerámica, llenarlo tres cuartos de yerba y agitar tapando el mate para que se mezcle, acomodar la bombilla y cebar el agua, que debe estar entre 75 y 82 grados, la temperatura ideal”, detalla Johan.
Conocer el arte del mate genera interés en países como Suiza, Australia, México, donde se organizan catas de yerba mate. 
“Me invitaron para realizar degustaciones en ciudades extranjeras, en ferias gastronómicas o en recorridas para exhibir productos argentinos, y me sorprendieron porque a muchas de las catas asiste mucha gente que nunca tomó mate, que son el 20% de los presentes. Eso genera nuevos consumidores”, agrega Johan.
Además, para los que quieran ahondar más en el tema, la Escuela Argentina de Sommeliers ofrece cursos para aprender en ocho clases a distinguir entre las distintas yerbas, de Argentina, Brasil y Paraguay.

Sabores
No sólo el vino se degusta desde la visión, el aroma y el sabor. Aunque pueda sonar raro, también otros productos se pueden catar para diferencias sus propiedades. Por ejemplo, el aceite de oliva, el chocolate, el café, el té y la miel, entre otros. 
“Para conocer la calidad y la composición de cualquier producto se puede hacer una cata. Hay catas de sales, incluso de aguas minerales y cigarros”, explica María Barrutia, directora del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas, donde se ofrecen distintos tipos de cursos y carreras vinculadas a la degustación.

Fuente: Diario Perfil

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