La Generación Y, también llamada generación del milenio, son los nacidos de 1980 en adelante. Son hijos de los baby boomers, y como tales, fueron criados en un contexto de participación, alta valoración y aliento de sus vocaciones y preferencias.
Crecieron en medio de un cambio de siglo, signado por acontecimientos como el atentado del 11 de septiembre en Estados unidos y el cambio climático; y viven en una época de inseguridad, caracterizada por relaciones líquidas e imprevisibilidad laboral.
Durante estos 30 años, han crecido a la par de la tecnología, experimentando una fuerte irrupción tecnológica en la vida cotidiana, y fueron educados en múltiples configuraciones familiares.
Como consecuencia de sus vivencias, los jóvenes de la generación Y quieren vivir el presente y construir redes.
Las características más sobresalientes de este perfil son:
• No planifican, coordinan.
• No aplican la tecnología a lo que hacen , sino que crean nuevas maneras de hacer desde la tecnología.
• Mantienen fuertes lazos con comunidades virtuales
• Web 2.0.
• El aprendizaje se da a través de interacciones personales, no lineal sino por demanda, a través de redes en un ambiente multimedia y de simulación.
• Esperan feed-back de todos, no como evaluación sino como oportunidad de aprendizaje
• Libertad y normas propias
Los empleados de esta generación tienen confianza en la colaboración en red, consideran que la autoridad debe ser descentralizada y tienen absoluto interés en la apropiación del tiempo.
En relación al perfil laboral de la generación Y, nos encontramos con las siguientes características:
El valor que le asignan al trabajo está vinculado al sentido que le encuentran, y a la existencia o no de un ambiente propicio para la colaboración.
Priorizan la libertad para trabajar en cualquier horario y lugar.
El aprendizaje de los jóvenes tiene que ver con los atajos de búsqueda.
Su manera de comunicarse es personal, positiva, respetuosa, motivacional y electrónica.
Esperan feedback de sus colegas de trabajo y superiores
¿Qué pueden aportar a las empresas?
Contar en el equipo con jóvenes nacidos de 1980 en adelante puede resultar beneficioso en función de su clara orientación a la comunidad, del dominio de la tecnología que poseen y la experiencia e incursión en redes sociales. También, su participación es útil para áreas creativas que requieran innovación en procesos, productos o servicios.
La generación Y esta ávida de aprendizaje, por lo que se puede trabajar en un plan de formación a medida. Finalmente, aportan flexibilidad a los procesos de trabajo y a la manera de relacionarse con el resto de la empresa.
Con este panorama, liderar a la generación del milenio pareciera más difícil de lo esperado. Para poder encarar este desafío, a continuación les acercamos algunos consejos ofrecidos por los especialistas:
• Dar tareas que lees representen desafíos
• Presentar el objetivo, pero no el “cómo hacer”
• Ofrecer referentes con disponibilidad personal para consultas
• Otorgar flexibilidad respecto a lugares y horarios de trabajo
• Evaluar en función de logros obtenidos
• Trabajar el liderazgo basado en ser maestros más que “superiores”
• Permitir y favorecer entornos de aprendizaje web 2.0
Por todo lo expuesto, el paradigma emergente parece estar basado en el aprendizaje y la integración. En este contexto, la diversidad se convierte en una oportunidad de cambio y crecimiento y en una circunstancia propicia para comprender un mundo complejo y cambiante.
Las organizaciones con capacidad de integrar la diversidad son más innovadoras y flexibles, y en consecuencia, más funcionales al mundo en el que vivimos hoy.
Para trabajar con la generación Y es necesario ampliar el “cerebro organizacional” con miradas heterogéneas, miradas diferentes que permitan desembarcar con nuestra empresa en el mundo de las comunidades en red, y así, también generar nuevos negocios.
Fuente: InfoSalarial
Nota relacionada: Seminario "Tendencias de RRHH"
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