viernes, 3 de mayo de 2013

“Club de la Leche”, modelo para la ONU

El proyecto, surgido en Gualeguaychú para disminuir la mortalidad infantil, fue elegido por Naciones Unidas para replicarlo en otros países.

Desde ayer, en la Conferencia de las Américas que se lleva a cabo en St. Luis, Estados Unidos, se habla de Gualeguaychú. Cuatro representantes de la JCI Argentina explican el proyecto “El Club de la Leche”, nacido en la ciudad, el que fue elegido para ser dado a conocer durante el Foro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU correspondiente al punto de disminución de la mortalidad infantil. 
El proyecto fue elegido como uno de los referentes de América y se enmarca en la meta del cuarto objetivo: reducir en dos terceras partes, para el 2015, la mortalidad de los niños y niñas menores de cinco años. 
“El Club de la Leche” es un proyecto que beneficia a los niños en situación de riesgo de los barrios más vulnerables de Gualeguaychú, y se desarrolla con la solidaridad de gente anónima. Entre sus objetivos, se encuentran contribuir a la alimentación saludable de los niños y ser una conexión entre distintas organizaciones dedicadas, educar y apoyar a los pequeños 
La tarea es sencilla y apasionante a la vez. “Se recolecta leche larga vida (cartón) entre nuestros socios, los cuales se suman a la red mediante la donación voluntaria de la leche mes a mes, la cantidad depende de lo que cada socio pueda donar. Como pilar fundamental del proyecto tenemos los ‘Puntos de Recolección’ donde las familias de la ciudad hacen entrega de su donación”, manifestó Juan Leuze, presidente de la JCI Gualeguaychú. 
Dijo que todavía no caen de la sorpresa, “ha sido un premio al esfuerzo que hacemos entre todos. Acá nadie cobra nada, somos voluntarios que nos juntamos a pensar en proyectos para ayudar a otras personas”. 
Acotó que “la JCI adhiere y colabora con los ocho objetivos del milenio de la ONU. El nuestro fue seleccionado entre cientos de proyectos presentados en el continente americano”. 

Pensar en ellos 
El rol de JCI es ser conector entre los socios solidarios de la comunidad y los beneficiarios del mismo, “siempre pensando en ellos. Participan muchos actores de la comunidad como empresas, comercios, organizaciones y familias. Como pilar fundamental están los “puntos de recolección”. Actualmente las donaciones se reciben en distintos comercios ubicados en zonas estratégicas de la ciudad y Jardines Maternales”. 
También Diario El Día, Club Pescadores y colegios de educación primaria “los cuales son los lugares más fuertes en cuanto a cantidad de donaciones; como beneficio adicional para la comunidad, es que los chicos que asisten a los jardines que llevan la donación, aprenden a ser solidarios con otros niños y se fomentan los principios del civismo activo y de la responsabilidad individual para con la comunidad”, consideró. 
Natalia Melgar, vicepresidente de JCI, contó que “todo lo recibido lo enviamos periódicamente a Merendero Lucecitas, Escuela Rural Nº 109 “El Potrero”; Escuela Nº 31 “Rca. Oriental del Uruguay” y Merendero Casa San Martín de Porres. 
Eventualmente se realizan entregas en eventos como acompañamiento a estas actividades, entre ellas “Competencia Mesopotámicas de Paracanotaje”, “Festejos por el día del niño” y Grupo Solidario Simón”. 
Señaló que “tal vez todavía no tomamos conciencia que un proyecto encarado en Gualeguaychú se pueda replicar en cualquier lugar de Estados Unidos, Brasil o de otro lugar de América o del mundo”. 

Cómo nació 
Carolina Ábalos, directora del Proyecto, junto a dos amigas degustaban una pizza y analizaban qué hacer para ayudar a los chicos con necesidades. Surge así el Club de la Leche entre los amigos, “sentíamos la necesidad de hacer algo pero acordando mantenerlo en secreto, no decir quiénes estaban detrás de esto porque no buscábamos la notoriedad”. 
“Nos propusimos juntar veinte amigos cada una, ya con sesenta personas la cosa se ponía interesante. Y explotó la respuesta a través de los mails”, recordó con emoción. 
La tarea la hicieron durante un año y medio. “Las otras dos chicas, por diferentes situaciones, no pudieron seguir más. Conocía a los chicos de JCI por el programa Proyectando la Vida, cine en los barrios. Entre las tres chicas decidimos presentarlo y el cambio fue importante. Todos eran voluntarios, apostaban a lo mismo, ayudar y asistir”, relató Carolina. 

Ser voluntario 
Lo más lindo que se visualiza en este grupo de personas. El voluntariado lo hace una persona que siente que tiene que lograr un cambio en el otro, de lo contrario nunca llama la atención. 
Esto es lo que se ve en JCI y los integrantes del Club de la Leche. Lo hacen con cero pesos, no perciben una remuneración; son estudiantes, docentes, profesionales o amas de casa. 
Un día a la semana concurren a la Biblioteca Sarmiento a conversar y analizar qué hacer. Concretan proyectos y se lanzan tras dicho objetivo. 
“Son de Gualeguaychú. Uno de sus proyectos hoy es ejemplo para la ONU que apuesta a replicarlo en el mundo. Un orgullo que merece ser compartido por todos”, resalta la nota del Diario El Día, firmada por Rubén Skubij.

Fuente: Diario El Día de Gualeguaychú

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