lunes, 20 de mayo de 2013

La acuicultura como alternativa sustentable

El mundo se encuentra en una etapa de crecimiento poblacional, al tiempo que asiste a la incorporación de nuevos trabajadores con crecientes y cada vez más complejas necesidades alimenticias. 
Este escenario propicia el surgimiento de la acuicultura como una alternativa sustentable para la producción de proteína animal a bajo costo, cuyo principal destino es satisfacer necesidades alimentarias.
Según datos de la FAO, durante el año 2009 la producción mundial de pescado ascendió a 145,1 millones de toneladas, de las cuales el 38% fue administrado por la acuicultura.
La acuicultura mundial está liderada por la región de Asia y el Pacífico, la cual aporta el 89 por ciento de la producción en cantidad y el 79 por ciento en valor.
Este dominio se debe principalmente a la magnitud producida por China, la cual representa el 62 por ciento de la producción mundial en términos de cantidad y el 51 del valor mundial (98.400 millones de dólares en el año 2008).
La inserción en el comercio externo de la actividad, si bien constituye una proporción cada vez mayor de los intercambios globales de pescado y productos pesqueros, carece de estadísticas oficiales para cuantificarlo. Considerando cifras globales, en el 2008 las exportaciones alcanzaron un valor de 102.000 millones de dólares, cifra 9 por ciento superior a la registrada en 2007.
Argentina cuenta con regiones agroecológicas aptas para transformar granos en proteína animal, siendo la agroacuicultura una de las alternativas más eficientes (1,2 kilogramos alimento por kilogramo carne).
La acuicultura es la fuente de alimento que más ha crecido en los últimos veinte años a nivel mundial, a una tasa promedio anual de 9,2 por ciento aproximadamente, generando en la actualidad más del 46,7 por ciento del suministro total de pescado comestible.
El consumo de carne de pescado en Argentina es de 7.9 kilogramos/habitante/año, se estima que sólo el 3.2 por ciento es producido por piscicultura continental de agua dulce en el NEA. Esta baja participación no refleja las potencialidades productivas del país.
Ésta dispone de agua, suelos y topografía, adecuados, producción de alimentos y subproductos agroindustriales transformables en condiciones de alta eficiencia y económicamente viables que generarían agregado de valor, ocupación de mano de obra y uso eficiente de los recursos dentro de los sistemas productivos.
Uno de los problemas identificados es la diversidad de actores y la no integración de acciones que formalicen cadenas o sectores bien definidos y que sean motores del desarrollo de la piscicultura, por ejemplo, el Cluster Acuícola del NEA.
Por otra parte, existe la necesidad de generar y transferir tecnología para apoyar el desarrollo de la piscicultura como proceso de agregado de valor en origen y ocupación de mano de obra con impactos altamente positivos. INTA debe adecuar sus capacidades para contribuir al crecimiento sostenible de la piscicultura
La producción Argentina puede subdividirse en cuatro cuencas productivas, cada una de las cuales se caracteriza por distintas aptitudes para la actividad. Estas cuencas, identificadas por la Dirección de Acuicultura, son: cuenca templado-cálida y subtropical; cuenca templado-fría o cordillerana (cordillerana-patagónica y de serranías); cuenca templada continental (pampa húmeda y adyacencias) y cuenca templada a templada-fría (costera marítima). No existen datos oficiales sobre la actividad económica piscícola en Argentina, sólo una estimación del consumo de pescado per cápita, el cual alcanza, según datos de la FAO, los 7,9 Kg por año. Este consumo es abastecido, principalmente, por pesca marítima y continental.
La exportación de soja, trigo, maíz y otros cultivos con bajo grado de industrialización y/o transformación y la gran oportunidad de producción de bioenergías estratégica en origen, indica una gran pérdida de oportunidades en la generación de nuevos puestos de trabajo en origen y a su vez mayores rentas y competitividad para el sector primario.
La disponibilidad de ambientes donde se conjugan recursos tales como suelos adecuados, disponibilidad de agua, producción de alimentos y subproductos transformables en condiciones de alta eficiencia y económicamente viables generan una gran oportunidad para el escaso desarrollo de la acuicultura que es otra importante alternativa para el agregado de valor, ocupación de mano de obra y uso eficiente de los recursos dentro de los sistemas productivos.

Fuente: Miguel Ángel Acosta Sosa - INTA Las Breñas

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