sábado, 8 de agosto de 2015

Desarrollan nuevos métodos para detectar la presencia de Glifosato

El glifosato es un herbicida que se usa hace muchos años para desmalezar cultivos y es muy utilizado en el cultivo de la soja en grandes extensiones. También se usa domésticamente y es conocido popularmente como “mata yuyo”.
Hace poco tiempo la Organización Mundial de la Salud cambió la clasificación en cuanto a su toxicidad, en base a estudios que se venían haciendo hace muchos años asegurando que no era inocuo y que podía producir distintos tipos de enfermedades. Con la nueva evaluación, el glifosato fue categorizado en el “Grupo 2A”, que significa en parámetros de la OMS: “Probablemente cancerígeno para los seres humanos”.
Desde el Instituto de Análisis FaresTaie (Mar del Plata, provincia de Buenos Aires) se desarrolló un método para hacer la medición de glifosato en distintas matrices. “La novedad es que pusimos a punto un método para la determinación de glifosato en orina, porque veíamos la necesidad de su medición en agua, en suelo, en alimentos, y específicamente en humanos. Desarrollamos un método para determinarlo en orina.
No es un método de rutina, es un método complejo que requiere un equipamiento especial, que nosotros adquirimos.
También se necesitó de una inversión para hacer este desarrollo, en reactivos, estándares y un grupo de trabajo multidisciplinario capacitado en estos desarrollos”, destacó la Licenciada Silvina Garrammone.
Para la profesional, jefa de Toxicología clínica de FaresTaie Instituto de Análisis, “los más expuestos son las personas que trabajan en áreas de cultivos, más específicamente los que tienen que esparcir los plaguicidas y están en contacto directo, así como también la gente que vive alrededor.
 De todas formas también existe una contaminación ambiental porque se dispersa en el suelo y en el agua. Existe la exposición directa e indirecta, que abarca a los que consumimos productos que estuvieron recibiendo este tipo de fumigaciones, o por ejemplo consumimos carne de un animal que se estuvo alimentando con cultivos que tenían glifosato; la cadena alimentaria hace que de alguna manera nos llegue. Ante esta realidad es que surge la necesidad de desarrollar este método”. Y agregó que “por un lado tenemos la población que está directamente afectada porque está expuesta y por otro lado el resto que recibe exposición indirecta, tanto ambiental como por consumo de productos que contengan restos de glifosatos.
Por eso la importancia de trabajar en conjunto con el Centro de Alimentos y Medio Ambiente del laboratorio. Indirectamente, también se puede producir por la cercanía entre cultivos. Aunque esta sustancia no se aplique, la aspersión o las lluvias la arrastran, se produce un lixiviado y se transmite el residuo a otros cultivos que quizás no fueron directamente fumigados con glifosato”.
“Este nuevo estudio es algo que recién se empieza a difundir” subrayó la profesional y agregó que “trabajamos con distintas muestras de personas expuestas y no expuestas para hacer la validación del método. El método ya esta validado y lo que hacemos es determinar el glifosato y su metabolito, el AMPA, en orina, que es una muestra fácil de recolectar porque no es un procedimiento invasivo. Siempre recomendamos recolectar la primer orina de la mañana, y si la persona estuvo expuesta directamente al glifosato, juntar la muestra luego de la exposición.”.
En referencia a cómo llega el estudio al Instituto de Análisis Fares Taie, la licenciada Garrammone puntualizó que “es a través de los médicos que trabajan en las salas de la periferia, ellos son los que detectan los casos de intoxicaciones agudas, y en otros casos realizan seguimiento de familias que hace mucho que viven en zonas cultivadas, directamente expuestos, y pueden ir viendo el desarrollo de enfermedades relacionadas con la ocupación. Pero en general la mayoría de las personas que se han acercado para hacerse glifosato en orina, lo han hecho por una inquietud personal y no por una indicación médica”, remarcó.
Cabe destacar que el método fue desarrollado en el Instituto de Análisis Fares Taie no sólo para su aplicación en Mar del Plata y la región, sino que ya es solicitado por otras provincias y países limítrofes, como Uruguay, donde también detectaron la problemática desde hace un año aproximadamente. Para ello se realizó una importante inversión en equipamiento técnico específico y en alcanzar los estándares internacionales en los que se basa el método de estudio e investigación.

Fuente: Agromeat

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