lunes, 17 de agosto de 2015

Jacinto “Cachi” Echandía, su paso paso MasterChef, su pálpito de quien ganará el ciclo y sus proyectos gastronómicos

El concordiense admitió que "me miro en la tele y me cuesta creer que ese soy yo"

En una charla distendida y amena, Diario Río Uruguay dialogó con Jacinto “Cachi” Echandía luego de su paso en el reality show gastronómico conocido como “MasterChef”. El concordiense, ex Canto Nuestro, repasó su experiencia, habló de las respuestas que fue a buscar y hasta adelantó sus proyectos. “Mi preferido siempre fue Martín”, arriesgó sobre sus ex compañeros finalistas en el certamen.

¿Jacinto o Cachi?
Aunque en Concordia, su apodo era más conocido, previo a ingresar al programa televisivo, Echandía aclaró: “Mi primer nombre es Jacinto. Cachi es un apodo que me puso mi madre y que todavía estoy tratando de descubrir”
“Yo no sabía que Jacinto era mi nombre (en Masterchef)  hasta que vi el delantal del programa con mi nombre. En Concordia nadie me conocía como Jacinto", ya que su mote institucionalizado es el diminutivo Cachi. "Mi padre es Jacinto; en realidad es la dinastía porque mi abuelo se llamaba Jacinto, mi padre, yo y mi hijo que también se llama así”.


Su paso por Canto Nuestro
Jacinto Echandía, “Cachi", integró el grupo folclórico “Cantonuestro”, cuando la agrupación fue galardonada como “Revelación del Festival de Cosquín” en el año 1994. Él mismo repasó cómo estaba integrado el grupo: “Walter Perafan,  Norman Wilson, Omar y Gabriel Kueider, y yo. Después estuvo Raúl Bonato, el negro Cazón, Carlos Quiroz”.
“En esa época (1994) era el grupo el que se exponía – recordó - y dentro del grupo uno tiene una pantalla. Además era más chico y mucho más tímido y vergonzoso. Me daba pudor el escenario. Después de varios años en el grupo, empecé a disfrutarlo. Pero en un primer momento ir era como que te azoten en un rincón. Y la experiencia de Masterchef me costó también;  creo que el último programa fue el primero que disfruté”.

La mirada de los otros
Consultado acerca de cómo lleva la popularidad, Echandía admitió que es “rara la sensación que tengo porque no solo me pasa acá. A veces me miro en la tele y me cuesta creer que ese soy yo. Parece más un personaje, cuando hablo de Jacinto es como si no hablara de mí. En los reportajes y entrevistas del programa te obligaban a hacer eso; a que hablara como si fueras testigo de tu propia situación, dado que es un formato de grabación de los realitys y eso te lleva a posicionarte en otro plano físico. Es como que no asumís todavía quien sos en realidad. Yo hablo de Jacinto y de “Cachi” y a veces me parece que no fueran las mismas personas”.


El nexo con TELEFÉ y la intimidad de MasterChef
Antes de adentrarse en las respuestas sobre este punto, Echandía aclaró que le hubiera gustado “estar antes en los programas radiales locales y demás; pero había una cuestión de contrato con (la señal televisiva) Telefé; donde la exclusividad era de ellos. No fue porque fuera antipático ni nada de eso”. En la actualidad, Echandía informó que sigue vigente un contrato por un año: “Ellos son dueños de la imagen de Jacinto Masterchef; pero el más complicado es el que termina ganando el concurso”.
Sobre el día a día del programa, detalló que las “grabaciones llevaban un tiempo de entre 12 y 14 horas diarias. Una prueba como la del otro día, el de la eliminación, era más aún. Arrancábamos a grabar a las 07 hs. y salíamos del estudio a las 20. Mientras grabábamos estábamos  incomunicados: nos sacaban los teléfonos, todo. Cuando salgo de la prueba, yo a esa altura del juego estaba muy cansado. Mucha gente se piensa que se graba semana a semana pero es un formato que se graba todo junto. Nosotros grabamos desde el 10 de febrero hasta el 17 de abril. El último programa - la final - es el único programa que no está grabado hasta hoy. Se graba el  martes 18 de agosto”.
“Cachi” mencionó que un proceso largo: “Me venía para acá (Concordia) los viernes y me volvía a Buenos Aires, los domingos. Estaba agotado física y psicológicamente también a pesar que nunca lo viví como una competencia. Es lógico que uno quiere ganar pero el chip de competitividad y el exitismo no están en mi persona”.
Acerca de su balance, el concordiense reiteró lo que manifestó al aire, en su última participación: “Yo fui a buscar ciertas respuestas, como dije el día de mi eliminación. Porque cuando uno más grande es, más le cuesta encontrar ciertas repuestas sobre su vida, su futuro. Sé que puedo cocinar y tengo la habilidad como para hacerlo. Y lo que no sé lo puedo llegar a aprender. Pero en la cocina no alcanza con eso. Servir un plato a un amigo, a un familiar; si no está tan rico te dicen “está bueno” igual, porque forma parte de la cuestión afectiva. Pero es distinto acá, en donde tenés una devolución de un jurado, que son tres profesionales increíbles, con estilos de cocina distintos. Yo fui a buscar lo que ellos me dijeron en el final e inclusive me sorprende cuando  Donato me dice que el jura que tengo un pastelero dentro que esta como retraído. Yo tengo mis dudas”.
Sobre las personalidades de los tres jurados, Echandía resaltó que Donato es el más divo: “Aunque su personalidad es muy extraña, como la de Germán”. Y aunque reconoció su trayectoria profesional y su manejo de las cámaras, Donato “es el que menos dejaba que te acerques emocionalmente”, aseveró.
“Cuando me tocó cocinar con él, que tenía que deshuesar una codorniz y yo no sabía, notaba cómo mueve las manos y utiliza ese conocimiento. Es un profesional increíble, de ese tipo de cosas se aprende mucho”, destacó “Cachi”.
“En general – concluyó -  fue una experiencia increíble. Fue un desafío incluible: no fui a desafiar límites, fui a buscar respuestas. Al finalizar el juego llegué con todo ese bagaje de experiencias, de medios superados, de buenos consejos, de afecto y aliento de la gente”.

Pronostico para la final
A la hora de jugarse por un pronóstico de cara a los finalistas, “Cachi” no ocultó sus preferencias: “Mi preferido siempre fue Martín”.
Aunque reconoció que “Alejo tiene posibilidades de ganar porque no es un mal cocinero. Y su personalidad polémica no es un personaje. Es sumamente competitivo y la televisión tiene esa presión que si vos te dejás embaucar por la situación podes decir cosas que no querés decir o te pueden editar en una intensión que no era la tuya. Igual lo de Alejo es trasparente, cuando él me dijo “bruto” y “rustiquito” me lo dijo en serio. Con él tengo una buena relación, ayer hable con él. Y la verdad que no quisiera estar en su lugar hoy porque yo tengo la libertad de andar por la calle, que la gente se te acerque afectuosamente y Alejo hoy no puede hacer eso. La gente se compenetra tanto con las circunstancias que llega a creerse cosas que no son. Echemos un manto de piedad al pobre Alejo; así puede venir a Concordia porque él está desesperado por venir a conocer la ciudad y tiene miedo que lo linchen”.

El futuro
Ya en el cierre, el concordiense se refirió a sus proyectos post Masterchef y reconoció tener en carpeta la posibilidad de emprender un local gastronómico en la Capital del Citrus. “Sí, un restaurant. Las ganas son enormes y el nombre “Jacinto” es un nombre que siempre dio vueltas en mi cabeza. Y es probable que termine ahí”, adelantó.

Fuente: Diario Río Uruguay

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