miércoles, 7 de septiembre de 2016

Impulsan un acuerdo entre universidades para validar materias

En los próximos días, el Gobierno anunciará el plan, que busca que las carreras se perfil en según los intereses de los estudiantes; el modelo ya avanza en Córdoba

La próxima semana el gobierno nacional presentará un marco común de acuerdos entre las más de cien universidades públicas y privadas de todo el país para avanzar en un sistema de reconocimiento de ciclos, tramos y materias en función de lo que las instituciones -de manera voluntaria por su autonomía- consensuen.
La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) tiene un proyecto avanzado en esa dirección, el que fue analizado por la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación y tomado como un aporte significativo para el marco legal del sistema académico que impulsan para todo el país. El rector cordobés, Hugo Juri, lo planteó al inicio de su gestión en mayo.
El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, anticipó: "Este sistema de acreditación contribuye a reducir el abandono de los estudios y a mejorar la capacidad de manejo propio de la universidad". Y admitió que hay entre 10 y 15 universidades, entre ellas, la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires (en Junín) y la Universidad Nacional de Hurlingham, interesadas en
adoptar este sistema de créditos.
Mónica Marquina, directora nacional de Calidad Educativa, agregó a este diario que el programa será presentado para lograr una "mayor integración" del sistema y de generar más flexibilidad en los planes de estudio. "Apuntamos a centrarnos más en los intereses de los alumnos, en que vayan construyendo sus caminos, a que hagan un mejor tránsito y una mejor graduación".
En el país hay algunas experiencias de este esquema en posgrados, pero es la primera vez que la Nación decide empujar acuerdos y aportar recursos técnicos para el amplio trabajo de discusión de currículas que se requiere.
El sistema de reconocimientos de "unidades de transferencia académica" (créditos) está masificado en Europa, los Estados Unidos, Extremo Oriente y África. La Universidad de la República de Uruguay lo utiliza y en Chile fue aprobado hace poco y debe empezar a instrumentarse.
Bullrich apuntó que en América latina "prácticamente no existe un sistema de movilidad entre las universidades, teniendo en cuenta que casi todos manejamos hasta el mismo idioma, como sí lo tiene Europa a pesar de la diversidad de lenguas que podrían complicarel sistema".
Expertos universitarios coinciden en que, hasta ahora, la educación superior argentina no tiene unidad. De ninguna manera significa que las universidades deban perder o ceder autonomía; la clave pasa por sumarse a la tendencia mundial educativa que apunta a "aprender durante toda la vida" sin que haya -para hacerlo- que iniciar una carrera.
La UNC tiene 2600 materias con un promedio de 12 créditos de 30 horas cada una: "Son unos 30.000 ladrillos de conocimiento que pueden ordenarse y combinarse de manera diferente para generar movilidad de una carrera a otra o generar nuevas", explica Juri.
El rector -que fue ministro de Educación de Fernando de la Rúa- describe que un joven que a los 17 años decide estudiar una carrera, muchas veces influido por amigos o familia, debe sostener esa elección toda la vida. "Si a los cuatro años deja abogacía es un desertor y no se le reconoce nada; con este esquema puede continuar, por ejemplo, en Sociología."
La UNC ya creó un banco de datos de unidades de transferencias académicas sobre el que especialistas en currículas irán trabajando para diseñar trayectos o nuevos títulos. El esquema que impulsa Juri -y que para instrumentarse debe ser aprobado por la asamblea universitaria- permite incluso cursar tramos a quienes no hayan completado el título de grado. Lo que curse será certificado por la institución.
"Buscamos trabajar mucho en educación a distancia y semipresencial -agrega-. Esto es una herramienta; el eje es el estudiante." En ese contexto, plantea que en un futuro cercano los alumnos no pasarán muchos años en la universidad o en un solo trabajo y el sistema diseñado es "educación para toda la vida".
"Se trata de incorporar conocimientos a medida que se vayan necesitando, poder elegir perfeccionarse en determinadas áreas y entrar y salir del sistema universitario más libremente sin que signifique una deserción", planteó Juri.
Insiste en que no se trata sólo de "cambiar de carrera", sino de conformar un trayecto educativo a la medida de lo que el mundo laboral y las inquietudes personales lo exigen. Se entusiasma con que la "integración" abra las puertas a trabajadores que, de otra manera no accederían a la universidad.
En el país existen unos 9000 títulos universitarios diferentes, algunos con igual nombre pero contenidos distintos y, en otros casos, con currículas similares pero denominaciones diversas. Hoy en el mundo la tendencia es otorgar un "suplemento" del título en el que constan las unidades académicas que se cursaron, dónde y la carga horaria.
Marquina indicó que, además de avanzar en el sistema universitario, promoverán el mismo esquema en los terciarios donde se instrumentará un examen de calidad para establecer una base común. Tanto la funcionaria como Juri insistieron que no se trata de un proceso "mágico", sino que es un disparador para discutir, usar mejor los recursos académicos y avanzar en acuerdos de compatibilización directos.
Las carreras de ingeniería y agronomía -que ya cuentan con esquemas de acreditación- tienen, según Marquina, una base más sólida desde donde empezar. "Todo será gradual y dependerá de lo que las universidades quieran articular; es un inicio para después ir hacia un proceso de internacionalización más general". Desde la Secretaría de Políticas Universitarias, además del marco legal, se aportarán las herramientas y el asesoramiento para armonizar entre las universidades e, incluso, los terciarios.

Contenidos a la medida de las necesidades
Un ejemplo concreto de cómo funcionarán los créditos es el caso de la carrera de Ingeniería Biomédica en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC); se creó hace cinco años a partir de dos facultades: la de Medicina y la de Ingeniería. Los alumnos cursan contenidos en ambas y el título surge de esa combinación. Se generó una nueva carrera sin necesidad de instrumentar otra unidad académica.
El rector de la UNC, Hugo Juri, grafica con otro caso: un comunicador social que quisiera especializarse en salud, podría cursar su carrera y contenidos de Medicina, sólo aquellos que les interesen. Hoy esa posibilidad no existe. La universidad certificará que cumplió todo el trayecto.
Un trabajador -sin título de grado- que requiriera aprendizaje de administración de campos podría anotarse solamente en determinados contenidos de Agronomía y de Administración de Empresas sin necesidad de completar las carreras.

Fuente: La Nación

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