viernes, 16 de septiembre de 2016

Llegan a la Argentina los primeros tapones de vidrio para vinos

La compañía Nomacorc ya comenzó a importarlos. Se llaman Vinolok y están elaborados con vidrio puro de Bohemia. Apuntan al segmento de alta gama.

En una industria como la vitivinícola, bastante tradicionalista, se han dado en los últimos años importantes cambios, especialmente en el terreno del packaging, incluyendo los sistemas de tapado.
Por ejemplo, en este último tiempo ha ganado mucho espacio la tapa a rosca. En un principio vista con cierta desconfianza por los consumidores, comenzó a ser utilizada básicamente en vinos rosados. Sin embargo, hoy es muy común que se utilice en blancos y hasta tintos jóvenes.
También se está difundiendo a gran velocidad el bag in box, el envase –en general de tres litros- con cierre al vacío que permite, una vez abierto, conservar el vino en óptimas condiciones por un par de meses.
En el campo de los sistemas de tapado también fueron ganando share los tapones sintéticos para vinos premium (no confundir con los plásticos, que son más duros), que permiten controlar más eficientemente el nivel de transferencia de oxígeno.
Hay diseños de tapones para vinos jóvenes, que deben ser tomados dentro de los primeros dos años y también para ejemplares de más alta gama, que tienen mayor potencial de guarda y requieren de tapones de otras características.
En este contexto está desembarcando en el mercado argentino una de las últimas innovaciones en sistemas de tapado: Vinolok, un cierre hecho de vidrio puro de Bohemia de alto impacto visual.
“Es un producto limpio que no afecta aroma ni sabor, permite una baja permeabilidad, lo cual conserva los aromas y frescura del vino, y es un producto que mantiene la estabilidad del vino luego de embotellar. Su diferencial hacia el consumidor es la elegancia dada por una estética que proporciona un agregado adicional”, destacó Eduardo Casaubon, gerente general de la filial argentina de Nomacorc, el mayor fabricante de tapones a nivel mundial.
“Recién estamos comenzando a ofrecer Vinolok en el mercado argentino como respuesta a la demanda de distintas bodegas que han conocido el producto en los mercados de Europa y los Estados Unidos”, afirmó el directivo, que agregó que “este producto tiene su nicho o segmento de mercado que está en franco crecimiento. Es un producto de elite, diferencial, que destaca claramente el packaging posicionando el vino en precios y márgenes más altos”.
A la hora de explicar por qué algunas bodegas argentinas comenzaron a mostrar interés por este sistema de tapado, Casaubon explicó que “es un cierre que el consumidor realmente aprecia porque es lindo, único y práctico”.
“Dado que se puede usar para volver a tapar botellas de distintos productos cotidianos como vino, aceite de oliva y otros, es el único tapón de vino que el consumidor guarda en la cocina para su reutilización, lo que representa una gran oportunidad desde el punto de vista del marketing para las bodegas”, concluyó.

Fuente: Vinos & Bodegas iProfesional 

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