jueves, 3 de noviembre de 2011

Boreout: el síndrome de aburrimiento extremo en el trabajo

Las personas que se sienten privadas de realizar determinadas tareas en el trabajo, que sufren una gran desmotivación y aburrimiento durante la jornada laboral, que fingen estar ocupadas para no acatar más responsabilidades o que no encuentran sentido a lo que hacen, pueden estar comenzando a ser víctimas de este nuevo síndrome que está irrumpiendo en las empresas.
El Boreout es un síndrome que padecen aquellas personas que se ven sometidas a una ocupación por debajo de sus capacidades que les provoca problemas de motivación, concentración y temor, por una creciente desconfianza de sus posibilidades.
Existen muchas razones por las que el boreout puede aparecer. La falta de delegación, es decir, cuando el trabajador se encuentra con responsables de área que no delegan, ve su trabajo limitado a tareas muy escasas y encuentra reducida su capacidad de emprendimiento.
Otra de las razones, puede ser las estructuras rígidas de las organizaciones en las que las tareas no se delegan y las comunicaciones son descendentes, sin dar posibilidad de realizar sugerencias o llevar actividades de forma proactiva. En estos casos el problema no pasa por el superior inmediato, sino de la misma organización, que impide a los que están por debajo desarrollar su potencial.
Algunos de los indicadores del síndrome son los siguientes:
• Cuesta demasiado esfuerzo poner en marcha cualquier tipo de iniciativa por más mínima que sea.
• El cuerpo experimenta un gran cansancio corporal cuando se llega al trabajo.
• Se le dedica cada vez más tiempo a cuestiones personales en el horario laboral, que a las profesionales.
• Se es incapaz de hablar con el jefe directo sobre el propio trabajo que se está llevando acabo o el rendimiento personal.
• Se encuentra una gran dificultad por definir claramente cuáles son las tareas diarias que se realizan en la empresa.
• Se percibe cualquier comentario acerca del trabajo que se realiza o del desempeño en el mismo como un ataque hacia la propia persona.
• El trabajador comienza a tener problemas con el resto de las áreas de la empresa, por no poder resolver ni hablar con sus compañeros acerca de su insatisfacción personal.
• Se tiene un sentimiento de frustración constante cuando se acude a reuniones ya que reconoce que debería estar aportando más de lo que está haciendo.
Para evitar que esto se prolongue o bien, que empiece a suceder, se debe hablar sinceramente con la autoridad correspondiente apenas se comience a padecer los síntomas, planteándole los deseos por desempeñar tareas más desafiantes. La idea es que se pueda establecer una alianza para llevar a cabo iniciativas que permitan salir del Boreout.
Si después de este intento, resulta imposible acceder a un puesto de mayor responsabilidad, habrá que plantearse la posibilidad de renunciar a la empresa antes de que aumente la desmotivación y crezca, aún más, la inseguridad personal.
Pablo Molouny, Gerente General de Trabajando.com Argentina, señala: “es muy probable que alguien que sufra de este síndrome contagie a sus compañeros, quienes de manera inconsciente podrían sumarse paulatinamente a las manifestaciones de aburrimiento o desinterés. Para ello, uno como empleador debe identificar el problema, escuchar e interesarse en quien lo padece para luego ver cómo ayudarlo y motivarlo, introduciendo actividades diferentes dentro del trabajo, siempre bajo un sentido muy colaborador y negociador. Resaltar los logros del empleado, más que subestimarlo, ignorarlo o llamarle la atención, será un gran incentivo para éste”.

Fuente: Trabajando.com

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