miércoles, 16 de noviembre de 2011

Pollos crecen sin conocer su techo

La industria avícola es una máquina en continuo crecimiento. Para 2017, planea crecer cerca de un 44 por ciento. Según estimó el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), este año la faena rondaría los 708 millones de cabezas. Con una tasa del crecimiento anual del 7%, para 2017 se prevén faenar cerca de 1060 millones de cabezas.
Para alcanzar esas cifras la inversión total requerida que estima el sector es de 100 millones de dólares al año. Además se deberán aumentar el consumo de maíz, la cantidad de criaderos, contratar mano de obra calificada y acceder a créditos con tasa de interés competitiva. Estas son algunas de las condiciones requeridas para la expansión.
Todos estos esfuerzos no tendrían sentido si no se previera aumentar el comercio internacional. CEPA calcula llegar con sus productos a 100 países, en 2017. Hoy los mercados externos tradicionales rondan son aproximadamente 60, aunque esporádicamente se pueden llegar a más destinos. Mientras que hoy se exporta el 15% de la producción, la industria avícola pretende que ese porcentaje alcance el 25%. En este sentido, ya se estuvo trabajando.
El año pasado, la industria avícola facturó cerca de 2800 millones de dólares entre las ventas al mercado interno y externo.
El boom de los pollos argentinos en el mercado externo llegó después de que Tailandia, el segundo
exportador mundial de esta carne, sufriera la gripe aviar. Como consecuencia, los importadores tradicionales de ese país salieron a buscar nuevos oferentes. Esto, sumado al aumento de competitividad que significó la devaluación de 2001, hizo que la Argentina pudiera aprovechar la oportunidad que se le presentaba.

Los logros ya conseguidos
Pero el éxito no se limita al mercado externo. El importante crecimiento que estaría experimentando la industria avícola en los próximos años acompaña lo que ya se viene viviendo en ese sector desde los últimos diez años. De 2003 a 2010, el crecimiento de la producción avícola fue de 120%. Ese período resultó mejorar las expectativas que tenía el sector, que correspondía a un crecimiento de 10 puntos porcentuales por año.
El mercado interno también colmó las expectativas. En los últimos tres años, el consumo per cápita de carne de pollo se incrementó en 9 kilos. El aumento del precio de la carne vacuna tuvo mucho en este despegue.
El factor trabajo es una de las preocupaciones centrales que tiene hoy CEPA. Para aumentar la producción en la manera esperada, se necesitará cubrir 4000 nuevos puestos directos por año. Esto genera un total de 100.000 empleos directos e indirectos. Sin embargo, los recursos humanos son escasos. Por eso desde CEPA se está haciendo especial énfasis en la capacitación del personal.

Fuente: La Nacion

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