jueves, 16 de diciembre de 2010

El rol de las mujeres en las empresas

En los últimos años las empresas se han flexibilizado, permitiendo a las mujeres ocupar roles jerárquicos sin descuidar su vida familiar y personal. En este informe se profundiza el rol de las mujeres y presenta los resultados de un sondeo que indica la presencia de las mujeres en las organizaciones.
Los resultados indican que el 33% del total de la dotación de las empresas en nuestro país, son mujeres.
Una de las causas de este bajo porcentaje, es, según un estudio del Observatorio de la Maternidad, que el modelo laboral vigente sigue siendo el del rol tradicional de los géneros: el hombre en el ámbito público, con un trabajo remunerado, y la mujer en el ámbito privado, abocada al trabajo doméstico. Esto confluye en las desventajas que sufren las mujeres en el mundo laboral, por el temor de los empleadores a la maternidad potencial o futura.
Esta situación se ve potenciada por la necesidad femenina de mantener un equilibrio entre la vida personal y laboral, una de las principales razones para decidirse por aceptar o no un puesto jerárquico.
La encuesta revela que la totalidad de los puestos jerárquicos, sólo el 30% está ocupado por mujeres. Estas posiciones suelen ser: Finanzas, Administración, Logística, Comunicación, Atención al cliente, Recursos Humanos.
Según Patricia Debeljuh, Standard Bank de Conciliación Familia y Empresa del IAE (Confye) y directora de la consultora Más Valores, "la situación en el mercado laboral indica que se selecciona a las mujeres para posiciones inferiores a las de su cualificación profesional. Con currículum similares, se suele ubicar a los varones en puestos estratégicos, mientras que a ellas se les asignan puestos de soporte o staff", señala Debeljuh.
Nuria Chinchilla, directora del Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School, sostiene que “la rigidez empresarial hay que cambiarla por flexibilidad y dirección por objetivos, buena gestión del tiempo y reuniones, etc, a fin de que las mujeres no piensen que entrar en dirección de empresas significa convertirse en “tiburones” perdiendo su vida personal y familiar”.
A pesar de la poca cantidad de mujeres en estos cargos, el 63% de los encuestados indicó que no existe diferencia salarial entre hombres y mujeres con iguales responsabilidades. Las restantes respuestas indican que las remuneraciones de las mujeres son entre un 10 y un 20% menores a las de un hombre con igual cargo.
“El ojo femenino en la empresa ayuda a superar la visión trabajador-máquina. La mujer-madre ha sido el agente de cambio que ha empezado a flexibilizar la empresa, mostrando que es factible trabajar de otra manera, incluso más productiva. Los estudios revelan también que son ellas las que cambian las reglas de juego cuando acceden a puestos directivos. El problema está en que sólo ocupan un bajo porcentaje de los mismos. Esta disminución no es sólo por el consabido techo de cristal (construido por factores culturales y prejuicios que tienen los hombres, pero que también manifiestan las propias mujeres), sino por el que nosotras llamamos techo de cemento, el que se ponen las mismas mujeres al anticipar los costes personales y familiares ante una promoción”, explica Nuria Chinchilla.

Fuente: InfoSalarial

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